Cita:Alberto: por favor, ya que eres tan gentil con las respuestas acerca de los problemas de nuestras Macs, seguro me podrás responder esta inquietante duda gastronómica (como deben saber, para los argentinos hay pocas cosas más importantes que la comida).
A mandar...
De entrada, hay que tener en cuenta que si bien el término "Calçotada" deriva de la palabra "Calçot" (pronunciar
calssot) que es un vegetal, una Calçotada es una reunión que comienza con los calçots y finaliza con carne, lo normal es que sea cordero a la brasa y
butifarra que es un embutido típico de esta zona y que también se prepara a la brasa.
Los calçots es una especie de cebolla joven que se prepara flameada, precisamente, cuando se acaban las llamas con las que se han hecho los calçots, quedan las brasas con las que se asa la carne y la butifarra.
Los calçots se flamean hasta que las capas externas están carbonizadas. Comerlos es todo un rito ya que hay que extraer la parte carbonizada y comerse lo de dentro... con lo que te pones perdido. Por eso verás en las fotos, que todos llevamos baberos.
Si bien la cebolleta quemada ya es muy rica de por si, antes de comerla se la sumerge en una salsa especial (a base de almendra y algo picantilla) para los calçots y cuya receta Angie ha dejado en la sección de gastronomía.
Hay que tener en cuenta que la salsa de los calçots es como vuestro chimichurri y si bien las recetas son públicas, cada maestrillo tiene su librillo (y guarda celosamente el secreto) y no hay dos que se parezcan siendo algunas increíblemente ricas.
La secuencia habitual en una calçotada es llegar, comerse los calçots, hay que se "cepilla" treinta o cuarenta y se queda tan ancho. El promedio en nuestras calçotadas es de 20 por persona.
Luego se ataca la carne y butifarra a la brasa, acompañadas de salsa Alioli. Cuyo nombre viene de
All i Oli que, en catalán, significa exactamente eso: "Ajo y aceite".
Todo regado con abundante vino servido en porrón -tradición obliga- Finaliza el asalto a los estómagos con una cosa que aquí llamamos "postres de músico" (Ignoro de donde viene la denominación) y que consiste en frutos secos (para ser exactos, avellanas, almendras y nueces, todo tostado) y que se acompaña de vino dulce moscatel en un porrón pequeñito. Siempre he creído que el tamaños del porrón viene dado por la graduación alcohólica del líquido contenido y en forma inversa, a más grados, menos tamaño.